En los últimos días y con la llegada de los primeros ensayos e igualás de este 2023 vuelve el dilema de todos los años, ¿hermanos costaleros vs costaleros por afición?
Es cierto que el mundo de la costalería en Linares está en un momento bastante aceptable, pese a que en los últimos años, algunos pasos de nuestra ciudad han sufrido en mayor o menos medida la falta de estos hasta el punto de que uno de ellos tuvo que volver a utilizar las ruedas como medio para su salida procesional. A mi me gusta decir que siempre se puede estar mejor, porque realmente quiero eso, una buena salud para todas las cuadrillas de nuestra ciudad y evitar así tener que recurrir a las ruedas.
Es cierto que lo visto en los últimos días en las primeras igualás nos hace pensar que no será un año especialmente complicado para las hermandades. Pese a que quedan muchas por hacerlo el crecimiento y afianzamiento dejan entrever que estas cuadrillas de momento, gozan de buena salud. En otras palabras, tras la pandemia y pese a lo que muchos pensamos, han vuelto esas ganas de sacar pasos.
Pero, ¿esto es algo pasajero fruto de una moda o realmente hay ese interés por parte de la juventud cofrade en salir de costaleros? ¿Están realmente preparados esos jóvenes para salir debajo de un paso y entienden lo que ello conlleva o es una moda de pasear la ropa por la calle con el grupo de amigos? ¿Qué declina que un joven se decida por una hermandad u otra mientras hay hermandades que se ven apuradas hasta los días próximos a salir su cofradía? ¿Están realmente las hermandades concienciadas con la labor del costalero y hacen todo lo posible por hacer atractiva su hermandad? ¿Se exprime demasiado al costalero con cuotas, sorteos o se sobrecargan los números ensayos innecesariamente para llenar el bar de la hermandad? ¿Están los capataces en consonancia con la actualidad del mundo cofrade o son meros gestores de masas de gente que colocan por compadreo las juntas de gobierno? ¿Costaleros de hermandad o costaleros por afición?
Todas estas preguntas, en mayor o menor medida, alguna vez han salido en alguna que otra tertulia cofrade de esas que solemos tener sobre estas fechas y en las que hay tantas respuestas como costaleros en Linares y hoy con quería lanzarlas aquí para que cada uno haga una reflexión personal leyendo esto. Lo cierto es que de momento la papeleta (nunca mejor dicho) se va salvando pese a las trabas que muchos ponen a esto. Y si, digo que se salva pese a las trabas porque gracias a Dios muchos repiten en cofradías y hasta sacan 3 o 4 pasos en una semana. Esos que popularmente los antiguos y los castizos de esto llaman los sacapasos y lo que a mi personalmente me gusta llamar compañeros de oficio. Esos sin los que seguramente muchos pasos de los que procesionan no lo harían y que tienen que tragar a veces con alguna mala gestión de la que os habréis sentido identificados en las respuestas a las preguntas anteriores.
Es por eso que hoy quiero romper una lanza por esos valientes sacapasos, mis compañeros de trabajadera y de experiencias bajo un paso. Hay que reivindicar su papel lejos de desnortarlo y señalarlo porque gracias a muchos de ellos, vemos nuestros pasos en la calle. Decía un capataz que la Fe mueve montañas pero no los pasos y que por ello se necesitaban hombres con ciertas características físicas para soportar el peso y el paso de las horas. Porque queramos o no, al final todos somos costaleros de hermandad, el que trabaja 364 días, va a cultos y participa de las actividades de su hermandad, como también lo es el que va 5 días a los ensayos y sacar la cofradía y pone su hombro junto al tuyo para llevar a Dios y a una cofradía a las calles.
Esa es la verdadera grandeza de lo que hay debajo de un paso pese a que muchos busquen donde no lo hay. Dos formas de entender el costal que queramos o no están condenados a entenderse si queremos seguir paseando nuestras cofradías como lo hemos hecho hasta ahora.
David Saavedra
- De la tertulia -
Añadir comentario
Comentarios